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Aún se aprecia la parte antigua del circuito al fondo entre los árboles. |
El circuito de Hockenheim fue concebido, en 1939, como un circuito de pruebas para el GP de Tripoli por la marca Mercedes-Benz. El trazado original era de casi 8km de longitud. Constaba de dos largas rectas curvadas con una pronunciada curva en cada extremo. Al iniciarse la guerra, su construcción se detuvo. Y en la Alemania de la posguerra Nurburgring ocupó su lugar y cobró gran importancia, convirtiéndose en el circuito elegido para alojar la F1. En 2002, el circuito fue rediseñado por Hermann Tilke con subvenciones del gobierno y a petición de Ecclestone. La sección del estadio quedó casi intacta -tan sólo se modificó la superficie- y la Nordkurve fue construida. La sección del circuito que se internaba en el bosque se destruyó y replantó con árboles, y fue sustituida por curvas más cerradas. En 2006, Bernie Ecclestone anunció que, desde 2007 en adelante sólo habría una carrera de F1 en Alemania, y así Nurburgring y Hockenheim se han ido alternando. La poca rentabilidad estuvo a punto de eliminar Hockenheim del calendario tras la carrera de 2010, sin embargo, en octubre de 2009, el contrato de Alemania con la F1 fue ampliado hasta 2018 siendo la FOA la responsable de cubrir las pérdidas económicas oportunas. Pese a la remodelación que suprimió las rectas, Hockenheim sigue siendo un circuito rápido. Sin embargo, requiere una carga aerodinámica media para no perder ritmo en el último sector de curvas lentas. El equilibrio en los reglajes es clave, porque la diferencia entre los sectores rápidos y el lento es enorme. Los monoplazas alcanzan velocidades de vértigo a su paso por la Parabolika, superando los 325km/h justo antes de la durísima frenada de Hairpin, un giro muy cerrado que se hace en primera a unos 55km/h. Este es el mejor punto de adelantamiento, aunque no el único.
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Accidentes mortales
- 1968 Jim Clark.
- 1972 Bert Hawthorne.
- 1980 Markus Höttinger.
- 1980 Patrick Depailler.
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