El último día de pruebas para Red Bull en Jerez fue toda una odisea. Vettel tuvo que volver al box tras hacer dos vueltas de instalación, debido a un fallo eléctrico en el coche. La pieza fue sustituida, pero en el equipo tomaron la decisión de ser precavidos y cambiar el motor por la tarde, ya que pudo verse afectado. El resultado, mucho tiempo perdido, tiempo que se traduce en kilómetros rodados o mejor dicho no rodados en este caso. A pesar de todo, el piloto austriaco pudo completar 48 vueltas sin problemas. Sebastian declaró después que se sentía muy contento por el progreso que el equipo había realizado y que aún habiendo tenido problemas consideraba que habían trabajado bastante. "Los problemas son parte de las jornadas de tests, para eso estamos aquí. Por supuesto, podríamos haber hecho más vueltas si nada hubiese ocurrido pero eso no se puede cambiar. Ahora tenemos que volver a la fábrica, poner en orden lo aprendido esta semana, y hacer los preparativos para Barcelona donde ya estoy deseando hacerle más rodaje al coche."
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